A través de un laboratorio externo se realizan monitoreos mensuales de la calidad en varios puntos de la estación de ferrocarriles de Potosí
Noviembre de 2020.- Las inversiones que ha realizado Ferroviaria Andina, en mitigación ambiental, además de la medición rigurosa de la humedad de las cargas, han permitido que desde 2013 todas las mediciones de la calidad de aire que se realizan en la estación Ferroviaria de Potosí, hayan marcado indicadores por debajo de los límites permisibles.
“Ferroviaria Andina evalúa mensualmente la calidad del aire en coordinación con el laboratorio ENVIROLAB en diferentes puntos dentro y alrededor de la Estación de Trenes de Potosí, desde 2013, a partir de la renovación de la actual licencia ambiental”, explica el jefe del Departamento de Seguridad y Medioambiente de la empresa, Iván Martínez.
La medición se efectúa con dicho laboratorio externo, establecido en Potosí, en concordancia con la solicitud de la Gobernación y del municipio. Este trabajo consiste en la medición de la calidad del aire desde dos parámetros, de partículas suspendidas totales (PST) y de partículas menores a 10 micras (PM-10); ambas establecidas por normas internacionales y la Ley 1333 de Medioambiente de Bolivia.
Ferroviaria Andina, en el marco de sus políticas de Buen Gobierno Corporativo cumple con todos los requerimientos legales en lo que concierne a tributación, controles, licencias -no solo la ambiental, sino también la licencia para transporte de sustancias peligrosas- y monitoreos. La inversión que dispone para el monitoreo de la calidad del aire en sus operaciones en este departamento es de 10.000 bolivianos cada mes.
Control riguroso
Los puntos de medición son tres: la avenida Aramayo esquina avenida Ferroviaria, la colindancia con viviendas de la parte central y la avenida Ferroviaria, en su intersección con los rieles. Hasta el año pasado las mediciones de la calidad del aire se llevaban a cabo cada seis meses, pero ahora se realizan cada mes.
De acuerdo con los informes del laboratorio mencionado, entre 2013 y 2018, las PST en el primer punto promediaron en 130,13 micras por metro cúbico de aire. En el segundo oscilaron por las 79,14 micras por metro cúbico y en el tercero, por las 74,51 micras por metro cúbico. Ya para febrero de 2019, la medición se extendió a seis lugares de control y en todos ellos el registro fue menor a 148 micras por metro cúbico.
El límite permisible establecido por el Reglamento de Materia de Contaminación Atmosférica (RMCA), que toma en cuenta la Ley de Medioambiente para PST, es de 260,00 micras por metro cúbico. Mientras que para partículas menores a 10 micras (PM-10) es de 150 micras por metro cúbico.
En cuanto a PM-10, desde 2013, en los tres puntos de control los marcadores no superaron las 142 micras por metro cúbico.
Acciones de mejora
“Para lograr estos indicadores positivos lo que se hizo es profundizar el regado en las diferentes playas de la estación en Potosí, se puso grava y también se efectúa el control de las velocidades de las volquetas en las operaciones al interior de la estación”, sostiene el ingeniero Martínez.
La velocidad permitida para las volquetas dentro de la estación es de 10 kilómetros por hora y el regado es permanente, tanto con cisternas como con camioneta propia de la empresa, y en algunos sectores se ejecuta a mano. Asimismo, con la grava se ha logrado dar estabilidad para eliminar el levantamiento de polvos.
Pero las inversiones en mejoras no quedan en ello. De acuerdo con los planes de la empresa a corto, mediano y largo plazo, están el empedrado del recorrido de la entrada de las volquetas hasta la balanza, una obra que está en plena labor y que disminuirá aún más la generación de polvo. Asimismo, se ha construido el lavadero de ruedas de volquetas al ingreso de la estación.
También se lleva a cabo el levantamiento de los rieles y mejoramiento con una fuerte inversión para toda la estación, donde se está poniendo balastro, así la línea férrea dejará de ser de tierra. Asimismo, se pavimentará las dos playas de operación y, posteriormente, se proyecta el encapsulamiento de toda la estación con un tinglado.
Lucha contra la contaminación
Potosí es una ciudad que vive de la minería y en su contorno funcionan varios ingenios que son parte del aporte potosino a la economía nacional. Existe un dique de colas que fue objeto de una reciente remoción y durante los trabajos para ello se comprobó en aquella ciudad que, aún sin tener operaciones, existen niveles mayores a los establecidos en la Ley 1333.
Ferroviaria Andina transporta mineral con un porcentaje de humedad por debajo del 10%, lo cual permite evitar el derrame de residuos (se evita tanto la polvareda como las chorreras). En ese marco, los ingenios con los cuales trabaja tienen sus mecanismos de control y se hace la recepción de material sólo si se cumplen esos parámetros.
Afectan también sus emisiones de dióxido de carbono (CO2), lo cual no existe en el caso del ferrocarril ya que el único medio que utiliza es una locomotora y sus coches no tienen ningún sistema que pueda emitir ese gas. Y es que como dice la Asociación Ferroviaria Española, MAFEX, el ferrocarril representa sólo el 0,7% de las emisiones totales de CO2. Además, un tren de solo ocho vagones tiene la capacidad de transporte de 15 autobuses y de 250 a 1.000 coches, lo cual indica que, si se usaran más trenes en transporte de cargas, la huella ambiental se reduciría.
La emisión de CO2 está directamente relacionada con el consumo de combustible. Los datos indican que, en promedio, un tren produce 18 gramos de CO2 por tonelada en un kilómetro, mientras que un camión, en promedio, emite entre 60 y 70 gramos de CO2 por tonelada en un kilómetro. Es decir, los camiones emiten casi 3,5 veces más gases de efecto invernadero que los trenes, por unidad de carga y de distancia.
Periodista digital