Pequeños cambios de hábito, disciplina y el uso de herramientas digitales pueden marcar una gran diferencia en el presupuesto mensual.
Mejorar las finanzas personales no siempre requiere grandes sacrificios, sino pequeños cambios sostenidos en el tiempo. Gracias a la creciente digitalización y al impulso de la educación financiera, cada vez más personas en América Latina están descubriendo herramientas que les permiten tomar el control de su economía y avanzar hacia sus metas.
Una muestra clara de este enfoque es la experiencia de David Delisle, experto canadiense en finanzas personales y autor de libros que promueven una relación saludable con el dinero. Delisle logró reducir sus gastos a la mitad en solo 30 días, sin recurrir a medidas drásticas. Su estrategia se basa en alinear las decisiones financieras con los propios valores y metas, demostrando que es posible transformar la economía personal con disciplina y enfoque.
Inspirado en el autor, el Banco Ganadero presenta cinco estrategias prácticas para mejorar la economía personal en un mes:
1. Registrar todos los gastos
Llevar un control diario de los gastos —ya sea en una libreta, una app o una hoja de cálculo— permite detectar consumos innecesarios. La visualización detallada ayuda a tomar decisiones más conscientes y a establecer límites saludables.
2. Fijar una meta de ahorro realista
Establecer una meta concreta y alcanzable es un paso clave para lograr hábitos financieros sostenibles. Definir, por ejemplo, un porcentaje fijo del ingreso mensual para el ahorro, como el 10%, ayuda a generar disciplina y a mantener el enfoque. Las metas claras permiten hacer un seguimiento del progreso y aumentan la probabilidad de cumplir con los objetivos financieros a mediano y largo plazo.
3. Revisar suscripciones y consumos automáticos
Servicios que se cobran de forma recurrente, como plataformas digitales, apps o membresías, pueden representar un gasto relevante sin aportar un valor real. Hacer una revisión mensual de estos consumos permite redirigir esos recursos a objetivos prioritarios.
4. Establecer reglas personales de gasto
Antes de realizar compras no planificadas, es recomendable aplicar técnicas como la “regla de las 24 horas”: esperar un día antes de concretar cualquier gasto mayor. Este pequeño hábito ayuda a evitar compras impulsivas y a jerarquizar lo que realmente es necesario.
5. Aprovechar herramientas financieras disponibles
Hoy en día, existen diversas soluciones tecnológicas que facilitan el ahorro automático y una mejor gestión del dinero, permitiendo alcanzar objetivos financieros con mayor eficiencia. Un ejemplo es la app GanaMóvil del Banco Ganadero, que ahora incorpora la función “Ahorro Inteligente”, la cual permite programar el ahorro de forma automática, definir la frecuencia y el monto, y ajustarlo cuando sea necesario, brindando flexibilidad y control desde el celular.
Adoptar prácticas de ahorro a corto plazo puede representar un primer paso valioso para fortalecer la salud financiera personal. Más allá de reducir gastos, se trata de comprender cómo se utiliza el dinero, identificar patrones y tomar decisiones más alineadas con los objetivos personales de cada individuo.
